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Los trabajadores llevan a Cepsa a juicio por quedarse con la cartera de clientes que captaron e impedir que vendan gasoil a domicilio.

La paciencia heroica de los trabajadores de Panata, la gasolinera motrileña que sobrevivió a la apertura de la A-7 y luchó 10 años hasta conseguir que el Gobierno abriera un acceso para evitar una sangría de clientes, no tiene límite. Los empleados libran una nueva batalla contra su empresa madre: Cepsa. Los cinco motrileños llevan hasta los juzgadas a la propietaria de la estación por «apropiarse de la cartera de clientes» e impedir que vendan gasóleo a domicilio, la única vía de escape que han vislumbrado para no perder sus puestos de trabajo y que los surtidores no echen el cierre.

La historia es vieja y de sobra conocida en la Costa Tropical. Los trabajadores se hicieron famosos por las protestas que protagonizaron durante años para que señalizaran la gasolinera y pusieran en servicio un acceso directo a la N-323 desde la autovía. Los empleados acudieron a cada visita institucional para dar a conocer sus exigencias.

Se colaron en el coche del ministro José Blanco y le dieron una torta real a Ana Pastor para que abrieran por fin el acceso, y lo hizo en 2014. Nunca se han cruzado de brazos y han sabido reiventarse a los nuevos retos, que no han sido pocos, para su supervivencia.

Otra estación de servicio Cepsa que se abrió cerca de su estación ha dado la última estocada a estos guerreros. El gestor de la empresa Panata, Rafael Yanguas, poco más puede hacer para evitar el cierre de Panata. Pidió a Cepsa que permitiera a los trabajadores que llevan hasta 20 años trabajando para él reinventarse como estación de gasóleo a domicilio y obtuvo un «No» por respuesta, después de que los dos empleados se sacaran el carné de mercancías peligrosas para llevar la gasolina a todos los puntos de la provincia y les cedieran la cartera de clientes que habían conseguido fidelizar. Cepsa también se rehusó a absorber a los trabajadores si la antigua gasolinera bajaba la persiana. Yanguas ve que cada vez es más insostenible mantener su vieja gasolinera frente a la nueva. Cepsa ha apostado por la otra estación y Panata ha pasado de vender 8 millones de litros al año a sólo 800.000 litros.

Interpusieron un pleito el año pasado y ayer se celebró el juicio en el Juzgado de primera instancia nº 3 de Motril por adueñarse del fondo de comercio de los empleados y supuestamente beneficiarse de los 400 clientes que habían conseguido. «Captaron un fondo de clientes para el reparto de gasoleo a domicilio y rescindieron el contrato. Piden que se les indemnice por la clientela con 16.000 euros», explica Melchor Lanzas, letrado de Revelles Abogados.

«Confiamos en que la sentencia, que se dictará en dos meses aproximadamente, sea favorable. Se va a practicar una diligencia final que constatara que la empresa una vez rescindido los contratos se hizo valer de los contactos que habían hecho mis clientes. Se ha solicitado una diligencia final para que se identifique a esos clientes y constatar si realmente Cepsa siguió utilizando el fondo de clientela», señala.

«Consideramos que Cepsa está hostigando a los trabajadores. A raíz de la apertura de la otra estación, situado a 500 metros de Panata, se pretende asfixiar a la estación. Aunque no es objeto de procedimiento, se niegan al subarrendamiento de la estación para poder suministrar la gasolina y evocarlo al cierre», mantiene.

«No entendemos porqué no nos dejan suministrar a domicilio, venderíamos su producto.Sólo queremos conservar nuestro trabajo. Es nuestra lucha por la supervivencia y nos cierran todas las puertas. No hacemos competencia a Cepsa y vendemos su producto. Dejaríamos de desviar algunos clientes de la nueva estación», destaca Carmen, una de las afectadas. Cepsa no quiso dar su versión de los hechos a este medio. Empresario y trabajadores denunciaron también el acuerdo de pleno por el que el Ayuntamiento permitió la construcción de la nueva gasolinera Cepsa en unos terrenos calificados como ‘suelo no urbanizable de protección agrícola y esperan a que el TSJA resuelva el recurso.

Noticia publicada en www.ideal.es

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