La gestión de la ciudad quedará limitada por la imposibilidad de conformar una junta de gobierno local con un mínimo de tres ediles. Expertos en Derecho Local y Ciencias Políticas analizan el escenario que abre la crisis.
La salida de ocho concejales del gobierno municipal ha generado una situación inédita en los cuarenta años de democracia en el Ayuntamiento de Granada, con un alcalde dispuestos a gobernar con el apoyo –de momento– de un único edil. Políticamente la situación en la que queda el regidor, Luis Salvador se presta a mil y un análisis político, pero en el aspecto estrictamente jurídico y administrativo ¿es posible gobernar en una minoría tan absoluta un Ayuntamiento como el de Granada, con 2.300 trabajadores y más de treinta áreas delegadas?
La opiniones de expertos en Derecho Constitucional, de la administración local y Ciencias Políticas, recabadas por IDEAL apuntan a que más allá de que políticamente sea algo inédito, intrincado o hasta ilógico… técnica y jurídicamente gobernar así es posible. Las competencias del alcalde permiten que un ayuntamiento siga funcionando pese al bloqueo político, pero eso sí, en ‘servicios mínimos’ y lejos de la normalidad que proclamaba ayer el propio regidor.
Uno de las grandes dificultades y puntos clave será la imposibilidad de conformar la junta de gobierno local, el principal órgano ejecutivo para la gestión municipal. La Ley de Bases de Régimen Local por la que se rigen los Ayuntamientos no fija un mínimo de miembros, sin embargo la norma más general, la Ley 40/2015 de régimen jurídico del sector público sí establece, en su artículo 20, que este órgano tiene que estar compuesto por al menos tres concejales para que su constitución sea válida, según explican desde el bufete de Abogados de Rafael Revelles.
Mientras otros expertos plantean dudas sobre la necesidad de este mínimo de tres concejales, la voz que se impondrá será la del secretario municipal, el funcionario que tiene que garantizar el cumplimiento de la ley en los actos del gobierno local, que constata la obligatoriedad de que al menos tres ediles conformen este órgano. En el escenario actual, el alcalde de Granada no tendría capacidad por tanto para activar la junta de gobierno, que si bien puede ser un órgano consultivo en ayuntamientos más pequeños, es básico para el funcionamiento –y preceptivo por ley– en los Ayuntamientos de más de cinco mil habitantes.
«No prevista»
«La Ley no dice qué pasa cuando no hay una junta de gobierno local, es una situación no prevista», esgrime el secretario municipal del Ayuntamiento de Granada, Ildefonso Cobo. Sin embargo utiliza un símil que no puede ser más gráfico: «La ley también dice que hay que aprobar un presupuesto municipal todos los años y el ayuntamiento ha estado años sin presupuesto».
«Habrá dificultades pero nuestra obligación es dar soluciones técnicas y jurídicas para funcionar, el Ayuntamiento no cierra»ILDEFONSO COBO (SECRETARIO MUNICIPAL DEL AYUNTAMIENTO DE GRANADA)
En declaraciones a IDEAL, el funcionario que tendrá que ejercer una decisiva función de asesoramiento y cobertura legal de los actos municipales asume que «técnicamente» habrá dificultades importantes para funcionar, pero el Ayuntamiento de Granada «tiene que abrir» e intentar atender «las obligaciones mínimas» con los órganos que estén constituidos. Recuerda, además, que el alcalde como órgano unipesonal «tiene amplias competencias».
«Como funcionario me debo a que la administración funcione con los principios de legalidad y eficacia que marca la normativa por lo que intentaremos dar soluciones técnicas el tiempo que sea necesario. Es nuestra obligación», resume.
Concejales no electos
Otra cuestión, eso sí, será el bloqueo político. Sin el aval de un pleno municipal el alcalde tiene las manos atadas para sacar adelante numerosas cuestiones municipales, desde las más importantes como modificaciones presupuestarias, de personal o modificaciones urbanísticas y el futuro de los fondos europeos hasta los días de fiesta para el año que viene.
«Esta crisis desborda los límites de la plaza del Carmen y puede tener repercusiones a nivel andaluz y nacional»CARMEN ORTEGA VILLODRES (PROFESORA TITULAR DPTO. CIENCIA POLÍTICA Y DE LA ADMINISTRACIÓN UGR)
Otra posibilidad que se pone sobre la mesa es la de que el regidor cuente con coordinadores de área e incluso pueda delegar funciones en concejales no electos. Esta figura está contemplada en la Ley de Grandes Ciudades y se permitiría formar parte del equipo de gobierno hasta cinco miembros externos. Tendrían capacidad de gestión de las concejalías y podrían dirigirlas pero no voto en el pleno.
Dos opciones
«Yo no me puedo imaginar una situación de ese tipo con ediles sin acta de concejal… como fórmula de laboratorio no va a ningún sitio. No tiene lógica de la organización, ni lógica de la democracia», opina la secretaria del departamento de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada, Adoración Galera. «Veo inviable que dos personas gobiernen el Ayuntamiento y todas las áreas municipales, me parece un empeño de horas… no puede ir mucho más allá», añade.
«Es una situación inviable racionalmente, no tiene lógica ni de organización ni de representación democrática»ADORACIÓN GALERA (SECRETARIA DEPARTAMENTO DERECHO CONSTITUCIONAL UGR)
Con o sin dificultades técnicas para gobernar, lo que está claro es que la falta de apoyos políticos no obliga a Luis Salvador a soltar el bastón de mando de la ciudad.
«Políticamente la situación no será viable pero jurídicamente sí, el bloqueo político no es argumento en España para convocar elecciones», esgrime por su parte la profesora titular del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada Carmen Ortega Villodres. En este sentido recuerda que la única posibilidad de cambiar a un alcalde es una moción de censura que contemple un candidato alternativo, «precisamente por eso se llama constructiva».
«Esta crisis desborda los límites de la plaza del Carmen y puede tener repercusiones a nivel andaluz y nacional»JUAN MONTABES (CATEDRÁTICO DEPARTAMENTO CIENCIA POLÍTICA Y DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA UGR)
La profesora de Ciencia Política y de la Administración enmarca la crisis que ha abierto en canal el Ayuntamiento de Granada en la «alteración» del juego que ha supuesto la pérdida de mayorías absolutas tras la irrupción de nuevas fuerzas políticas.
«La crisis del Ayuntamiento de Granada es otro símbolo de la caída y desintegración de Ciudadanos. El PP está aprovechando la coyuntura, hay un PP más consciente de que no los va a necesitar para gobernar en las próximas convocatorias», observa la profesora.
Polarización extrema
Otro analista de excepción de la crisis municipal granadina es el catedrático del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la UGR Juan Montables, que incide en la falta de viabilidad política que a su juicio tiene un gobierno sin estabilidad «que tendría que buscar apoyos en cada momento en una situación de polarización extrema». «No tiene posibilidades con el PP, con el otro bloque de izquierda es difícil establecer una relación permanente y Vox juega un papel bastante individualizado… la situación es difícilmente sostenible», argumenta.
En su opinión, la salida de esta crisis es difícil «ya que pasa por la dimisión del alcalde y por conformar una mayoría de 14, para la que Sebastian Pérez ha puesto sus condiciones al resto de la corporación».
Lo que tiene claro Montabes es que la soledad en la que se ha quedado el alcalde de Granada «desborda los límites de la plaza del Carmen y puede tener repercusiones a nivel andaluz y nacional». «La posiciones en las que se ubiquen las direcciones regionales y nacional del PP pueden afectar a la estabilidad del gobierno andaluz. Tanto Arrimadas como Marín apoyan a Luis Salvador y lo que exprese Génova, que tuvo mucho que ver en la formalizacion del gobierno municipal y del pacto puede ser condicionante», opina.
Montabes insiste en que la situación actual del Ayuntamiento es «inédita, excepcional, atípica y nada positiva para la ciudad». «Si no hay gobierno de coalición pero sí pactos habría posibilidad, pero es que la situación actual es la de un alcalde en soledad absoluta. Esperemos que la racionalidad llegue pronto por el bien de los granadinos. Necesariamente tendrían que hacer un esfuerzo de humildad unos y de valentía otros para dar gobernabilidad y estabilidad al Ayuntamiento», sentencia.
Noticia publicada en www.ideal.es